Esta entrada que os traigo hoy era mucho más extensa, muy personal, decidí sintetizarla para hacerla menos tediosa, muchas cosas se han quedado en el tintero pero lo esencial lo tenéis en estas líneas.
La motivación: mi motor en la vida y en las artes marciales
Un estudiante “del montón” que decidió cambiar
Pero todo empezó a cambiar cuando, al pasar a FP Administrativo, descubrí que podía sacar buenas notas. Mi forma de ser evolucionó, y aunque seguía siendo un cabezón, empecé a caminar por otro sendero. Luego probé con la rama de informática… pero decidí dedicarme a dar clases de Kung Fu (tenía muchos pájaros en la cabeza).
A los 25 años, ya con otra mentalidad y gracias al apoyo de mi pareja, volví a estudiar: acceso a la universidad y después Trabajo Social, carrera que saqué con una media de notable. Nadie hubiera apostado por aquel chaval de 14 años que apenas aprobaba.
Aprender, aunque cueste
En paralelo, he hecho cursos de todo tipo y he obtenido títulos federativos en Wushu, lo que me permitió ser Maestro y árbitro nacional. Aquí, la motivación no era solo aprender, sino no depender de nadie para validar mis grados.
El gran salto
Del fútbol al Wushu
En lo deportivo he probado de todo: fútbol sala (como portero), atletismo, baloncesto… pero nada me marcó tanto como las artes marciales.
Con 10 años empecé Kung Fu y estuve 15 años practicando lo que hoy llamo un “pseudo kung fu”. Hubo buenos momentos y grandes compañeros, pero finalmente me "invitaron a dejar el gimnasio, pero esa es otra historia que ya contaré. A partir de ese momento junto con mi compañero René, empecé a entrenar auténtico Taiji y Wushu con constantes viajes a Madrid, aprender el Wushu que venía de China era nuestra motivación, nunca pesaron los viajes a pesar de trabajar los fines de semana de noches para poder asistir a los entrenamientos los sábados por la mañana.
El camino me llevó hasta Pablo Ortega, mi maestro de Sanda, con quien sigo aprendiendo y que ha sabido trasmitirme toda su pasión por este bello deporte de contacto Hoy, mi motivación como entrenador es ver a mis alumnos superarse. Hemos logrado campeonatos de España, participaciones en Europeos y un próximo Mundial. Para un club modesto como el nuestro, es un sueño hecho realidad.
También llevo 15 años practicando Ving Tsun con Jesús Carballo, otro ejemplo de pasión y búsqueda constante de eficacia que ha sabido transmitirme su pasión y su búsqueda constante de un Ving Tsun efectivo.
Competir… por mis alumnos
Mi motivación en la competición nunca ha sido la gloria personal, sino servir de ejemplo. Es más fácil darlo todo cuando tienes un maestro guiándote que cuando eres tú el que guía, el camino no ha sido fácil pero ha merecido la pena.
Y entonces… a correr
¿De dónde viene mi motivación?
“No hay progreso sin constancia, ni victoria sin paciencia. La motivación es la primera chispa; la disciplina es el fuego que mantiene viva la llama”
No hay comentarios:
Publicar un comentario