Aunque todos tenemos idealizadadas las salas de entrenamiento (Kwoon) como lugares majestuosos llenos de tradición marcial lo cierto es que las Artes Marciales Chinas (Wu Shu) no disponían de un lugar especial para la práctica hasta épocas relativamente recientes
. Muchos de nosotros tenemos en la retina el patio del restaurante donde Tang Lung el personaje interpretado por Bruce Lee instruía a sus compañeros del restaurante en el patio del mismo o el patio de la casa donde se entrenaba Jet Li en su papel de Huo Yangjia en la película Fearless. Como estos, tenemos cientos de ejemplos no sólo en la ficción sino también en la realidad pues no es hasta la etapa republicana en China (1911-1949) que las escuelas e institutos de Wu Shu adoptan características de las salas de entrenamiento de armas occidentales debido a la influencia de las potencias extranjeras implantadas en China.
Tanto el Wu Shu contemporáneo como el Sanda necesitan de salas con unas características definidas, en el primer caso se necesita de un espacio amplio pues la competición se realiza sobre un tapiz de 14x8 metros y en el segundo de unas instalaciones con colchonetas que disminuyan los impactos producidos por las proyecciones que se realizan en Sanda. Por lo general esto no ocurre con los estilos tradicionales que debido a sus características pueden adaptarse mejor a diferentes espacios.
Si bien en occidente hoy en día la mayoría de grupos suelen entrenar en salas con tatamis tipo Judo, en China la mayoría de escuelas de Wushu tradicional siguen entrenando en patios, azoteas, parques... pues para ellos lo más importante es la práctica, también es importante el respeto a los maestros y a los ancestros del estilo por lo que muchas escuelas suelen tener fotografías o dibujos de ellos.
Aunque como comentaba anteriormente los estilos tradicionales se adaptan bien a cualquier espacio es cierto que debido al tipo de entrenamiento o características del estilo este espacio puede variar. No es lo mismo entrenar Cha Quan donde existen movimientos amplios y técnicas de salto y por lo tanto requiere de un lugar amplio que entrenar Ving Tsun, un estilo que necesita de poco espacio para desarrollarse pues se trabaja en la corta distancia.
También influye en la fisonomía de las salas el lugar donde está se encuentre, por poner un ejemplo dentro de un mismo estilo, el Ving Tsun, en Hong Kong se entrena en pisos en la mayoría de escuelas como pude comprobar en mis dos visitas a esta región China mientras que en Futsan, en China continental, suele hacerse en patios o salas de entrenamiento más amplias.
En nuestro caso como club dedicado a varias artes marciales y deportes de contacto entre ellas el Sanda se hace imprescindible poseer colchonetas que amortigüen nuestras caídas, si bien es cierto que el resto de actividades se adaptan a este espacio lo ideal sería tener un tipo de instalación diferente para cada actividad.
En mi caso disfruto mucho de los entrenamientos al aire libre, en especial en aquellos lugares rodeados de naturaleza pues me aportan además de una excelente oxigenación una sensación de libertad y de apego a la tierra que no encuentro encerrado entre cuatro paredes. Quizá uno de los lugares más maravillosos para la práctica en esta época sea el Valle del Jerte con sus cerezos en flor, donde en alguna ocasión he practicado el estilo del canto de primavera "Ving Tsun". Este año si el confinamiento perimetral no lo impide espero estar de nuevo allí y disfrutar de ese maravilloso entorno para el entrenamiento, aunque para un buen entrenamiento me vale hasta el patio que no tengo.
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